La vida no se comprende, se vive.


Los problemas no están para aplastarnos, sino para poner a prueba nuestra capacidad de superación. Y si no ensayamos continuamente las formas de salir adelante, aun en las peores circunstancias, el miedo cada vez será mayor y la desconfianza en uno mismo crecerá proporcionalmente.
Todo problema tiene solución y hay que encontrarla. Lo que no se puede pretender es una solución perfecta ni definitiva. Lo perfecto y lo definitivo no son plantas de este mundo. Hay soluciones más o menos buenas que sirven para poder continuar con la marcha; más adelante podrán mejorarse o podrán variarse en la medida en que aparezcan nuevos problemas, cosa inevitable en la escuela de la vida.
Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear, saber gozar y sufrir
y no dormir sin soñar.
Descansar, es empezar a morir.

0 comentarios:

Publicar un comentario